Lastimosamente, prueba no superada. Despúes de haber hecho varios intentos por dejar la bebida, Amy Winehouse no pudo ganar la apuesta contra su adicción. El día de hoy luego de 3 meses de espera, Suzanne Greenaway, forense en el distrito judicial de Londres dictaminó oficialmente la causa de la muerte de la estrella del blues como muerte accidental, al establecer que la cantante murió por intoxicación etílica.
Como recordaremos Amy Winehouse fue encontrada muerta en su cama el pasado 23 de Julio, y las especulaciones sobre las causas de su repentina muerte no se hicieron esperar, alimentadas especialmente porque los resultados de la primera autopsia no fueron concluyentes, aunque si quedó claro que no había rastros de sustancias ilegales en su organismo.
La patóloga Suhail Baithun, quien participó en la autopsia final, comentó que basados en la concentración de alcohol presente en la sangre en el momento de su muerte, todo indica que la cantante ingirió una cantidad bastante considerable de alcohol en las horas finales. El nivel hallado en su cuerpo fue de 416 miligramos por 100 mililitros, lo que arroja un índice de 0.4, bastante elevado si se considera que en Gran Bretaña el nivel de alcohol máximo permitido para conducir un automóvil es de 0.08.