Hola Geek
Llega diablo III, una excelente venta en unos cuantos días, algunos fallos… pero al final todos aquellos infectados por la fiebre del Diablo saben a lo que me refiero. Y como sucede algunas ocasiones, con tantas ganas, gusto, adrenalina detrás del control y ambición por hacer lo mejor de lo mejor pueden suceder cosas que no imaginamos o bien, que no nos gusta enterarnos.
Russel Shirley con 32 años de edad, falleció de un infarto micro-cardiaco porque su sesión de tres días fue interrumpida. La nota fue compartida por Ben Dornis, quien era migo de Russel, mencionando que no permitamos que los videojuegos consuman nuestras vidas. «El lunes no llegó al trabajo y me preocupó que no hubiera avisado. Ya había escuchado de personas que mueren por cansancio y jugar demasiados videojuegos. No pude pensar otra cosa y decidí ir a su apartamento, donde la casera y yo lo encontramos muerto frente a su computadora»
Todo parecía ser normal, dado que Russel llegaba a pedir permisos, no muy recurrentes, pero sí, al salir un videojuego que le gustara mucho. Y a pesar de los comentarios de varios compañeros de trabajo para que Russel llegase a cuidar de su salud, fueron en vano. Jamás lo hizo.
Por último, esto no es para culpar a una cosa externa a nosotros mismos; es decir, los videojuegos no tienen la culpa. A veces nuestra compulsión por terminarlos y obtener excelentes puntajes pueden ser un poco nuestros enemigos, sino nos preocupamos por nuestra salud.
