En estos últimos meses, los drones han obtenido una gran popularidad por su uso tan extenso, desde llevar a una pizza a su ubicación hasta vigilar las calles de una ciudad en busca de delitos, pero no a todos les agrada la idea de robots sobrevolando el espacio aéreo.
Es por eso que la agencia federal del Servicio de Parques Nacionales ha promulgado la orden 401 que prohíbe totalmente el uso de drones en todos los parques nacionales y áreas protegidas de la nación. Por supuesto, hay excepciones a la regla y se permitirá la entrada a estas áreas a robots voladores que alcancen una gran altura y a drones de rescate e investigación, con previo permiso de la administración.
La razón de esta medida es simple, se predice que el vuelo de los drones a baja altura puede causar molestias en el hábitat de la vida silvestre, una decisión totalmente ambientalista.