Me pongo mi sombrero de paranoia y comienzo a escribir.
No ea raro encontrarnos con puertas traseras en cualquier tipo de software con el propósito de vigilar a sus usuarios. La distopía orwelleana está presente en nuestras vidas, en nuestros ordenadores, en nuestros smartphones, en nuestros celulares sea el que sea. La sociedad de la vigilancia, el gran hermano, en biopoder foucaultiano está más presente que nunca. La matrix es real. Nuestro cuerpo, acciones, pensamientos, todo controlado y observado.
Pues bien, mi paranoia tiene fundamento. Uno de los juegos para móviles y no tan móviles ha sido fuente de puertas traseras y de vigilancia a sus usuarios; hablo de Angry Birds. Pues la aplicación tiene una enorme capacidad de unir información del usuario, edad, ubicación, números de identificación del dispositivo en el que se encuentra. Y a veces puede disponer de todo el contenido almacenado en el gadget.
Así que mientras más crezcan las opciones para conectarnos de una manera móvil, más posibilidades de ser vigilados tendremos. Pues aunque la conexión móvil es mucho más inmediata, a veces más económica y demás cosas positivas, lo cierto es que no hay nada más seguro que conectarse por medio de un cable y/o evitar aplicaciones de vigilancia.
Pero, ¿Cuales son las aplicaciones de vigilancia? ¿Cómo saber si la app que uso me vigila?
Pues no sabría a ciencia cierta cómo saber si el gadget, la app o el portal al que accedemos está violando nuestra privacidad. Pues, uno de los problemas principales reside en que la conectividad móvil avanza más rápido que las soluciones de seguridad. Por lo que una recomendación es conocer a qué tipo de servicios accedemos, leer los contratos, fijarse que las aplicaciones tengan políticas de seguridad; y tal vez el mejor consejo, evitar conectarse en áreas públicas.
Rovio, reconoce que recolecta datos y como consejo para aquellos que no quieran exponer su privacidad les da un consejo; dejar de acceder a los servicios que Rovio ofrece.
Pero consejos podemos dar muchos sobre privacidad, pero en última instancia es el usuario el que elige.