Hola Geek
Brendan O’Connor es un analista e investigador de seguridad independiente que fue contactado por la Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa, la DARPA, y fue contratado para que diseñara un dispositivo que permitiese realizar tareas de infiltración y espionaje por medio de las redes Wi-Fi con una sóla premisa: Tenía que ser un dispositivo de bajo costo.
Después de varios días de pensar exhaustivamente en ello, al final O’Connor ideó lo que ahora se conoce como la F-Bomb, un dispositivo pequeño que cabe perfectamente en un evase que mide apenas 9 cm de ancho por 10 de largo y 3 de alto y cuyo costo no rebasa los USD 50. Está equipado con una memoria USB de 8 Gb en la cual se encierra el SO basado en Linux y una batería de 9V, lo que lo convierte en un dispositivo perfectamente desechable pero capaz de realizar la función para la cual fue creado.
Por su tamaño compacto y escaso equipamiento, la F-Bomb es perfecta para ser dejada en sitios como oficinas y pasar desapercibida disfrazada como detector de humos (por ejemplo), o podría perfectamente ser transportada por aviones robot, quienes se encargarían de llevarla hasta el objetivo y dejarlo caer. Una vez en posición la F-Bomb estaría lista para comenzar su infiltración en las redes Wi-Fi que tenga a su alrededor para acceder a los equipos conectados a ella.
Como sistema de defensa puede sonar muy bien y quizás los militares han soñado largamente con algún dispositivo así, pero para efectos civiles no deja de ser preocupante pensar que una tecnología como esta puede fácilmente salir al mercado negro y una vez en él ser utilizado para fines no tan legales. Me pregunto si será momento para la alarma de pánico.
